Haciendo trampas al destino
busqué placebo y salí
indemne.
Burlando al raciocinio,
donde nacen las nubes,
amaneceres más intensos
hallé.
El día trae más oportunidades y
sumergido en tu placenta
he de morar apaciagüado.
¿Cuándo amainará el temporal?
Mi quemazón me deleita,
y en tus magnos pezones
encuentro la vida no vivida.
Abrígame en esta noche otoñal,
méceme en tu seno,
prívame del aire respirado
para morir en tu estancia,
y vivir nueva vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario