Quién no ha tenido alguna vez problemas en su familia?
Tus hermanos se deshacen en trizas tras años de " quiero y no puedo". Tus sobrinos tienen problemas
a los que no dan explicación racional. Tus padres se sienten viejos para llevar tanta carga. Enumeraciones inacabables de problemas sentimentales, de salud mental, de rupturas conyugales.
Pero, a pesar de tantas vicisitudes, piensas que por qué no vas torear tantos vendavales. Si tú puedes contra un tsunami de dimensiones bíblicas...
Tú vuelves a antiguos vicios, que ya creías superados, tus hijos pasan por enésima vez a traves de laberintos que diezman sus energías...
Qué pasa , acaso no vas a reaccionar a tiempo. Pues claro que sí.
Oye, cabrito de las ruinas¡ ¿Cómo coño te llamas?
¡Escucha¡ , aquí estoy desafiante ante todo mal que nos venga. Puedo, con mi fuerza, con la de los míos. Esta rebeldía, no nace sino de la seguridad que da la inseguridad sobrevenida. Y ante eso, no hay mas alternativas que las del corazón fuerte que en mi pecho vive para luchar con la certeza de un final feliz, como en las mejores películas de Hollywood.
Esta realidad, que ficción parece, nos llevará a unirnos aún más. Jodía familia.
1 comentario:
Diós aprieta pero no ahoga.
Eso sí, el color violáceo es el que más le gusta
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