martes, 19 de septiembre de 2017

A deshoras.

A deshoras, perdido en brazos de la amistad. Perdido e incomprendido. Cuando parece que no puede ser, pero con el tiempo justo para dedicarte un minuto de eternidad. Un instante que fuera una vida. Sin contemplaciones, porque el objeto de mi deseo eres tú. Sin permiso , sin prerrogativas. Cuando los toros mueren, de uno en uno en las plazas. A esa hora en que arte y dolor se entremezclan, a esa hora te dono mi alma. Y no pierdo nada, sino gano el universo y la luna casi menguada.

No hay comentarios: